29 mar 2011

Memorium.

Ando con memoria de pez.
No sé donde dejo las cosas, luego aparecen en lugares insospechados.
Pierdo las llaves, o es que se esconden para que tarde diez minutos más en salir de casa.
No me salen las cuentas, repito y repito pero ni modo.
Me distraigo con una mosca, las nubes, el movimiento de las hojas de los árboles.
Olvidé el nombre de una persona que se acercó a saludarme, que apuro...

¿Estaré cambiando?, ¿será esto hacerse mayor?, quizás me esté transformando en un soplo de lo que fuí, en alguien parecido, pero perdiendo poco a poco la vitalidad. ¿Acabaré marchitándome?

Ando lenta. Y me regaño a mi misma por ser torpona. A lo peor necesito vitaminas, zumitos de naranja o kiwis. O una larga siesta, de esas en las que olvidas que día es cuando despiertas.

Mañana iré a la playa; revitaliza y dá hambre. A ver si así me dejo un rato sin que me procupen tantas tonterias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario